Volumen 28 (2) Julio-Diciembre 2015
Editorial
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad que afecta al sistema nervioso central (SNC); se caracteriza por lesiones desmielinizantes
diseminadas en tiempo y espacio, en ausencia de una mejor explicación. La historia clínica y la exploración física son el pilar diagnóstico,
pero la información complementaria obtenida a través de imágenes de resonancia magnética (RM) se considera hoy día otro elemento
fundamental.
De acuerdo con la historia moderna, los europeos arribaron por primera vez a Costa Rica en 1502, durante el IV viaje de Cristóbal
Colón. A partir de este momento, se inició un proceso de mestizaje entre la población autóctona y la colonizadora. Actualmente, la población
costarricense es de alrededor de 5 millones de personas, de las cuales, aproximadamente un 95% tienen ascendencia genética predominante
de origen europeo mediterráneo (española e italiana). Esta herencia es importante para entender la presencia de la EM en la población
costarricense. La prevalencia calculada de esta enfermedad en el país es de alrededor de 8 casos por 100 000 habitantes.
Siguiendo con la historia, con el ahorro estatal obtenido por la abolición del ejército nacional en 1948, se pudo seguir impulsando la
solidaridad social a través de la Caja Costarricense de Seguridad Social (CCSS), institución que había nacido siete años antes (1941). La
CCSS cubre la totalidad de los estudios diagnósticos y los tratamientos de los pacientes con EM en el país. Por otra parte, en un convenio
de la CCSS con la Universidad de Costa Rica (UCR), desde 1982 se constituyó el posgrado médico de neurología, para la formación de
neurólogos de adultos en el país, lo cual ha permitido extender la cobertura de atención neurológica en diferentes centros de salud nacionales.
Para el año 1991 se publicaron los primeros dos casos de EM a nivel local. Estos pacientes fueron estudiados con potenciales evocados.
Los autores de la revisión (Drs. del Valle Carazo y Brian Gago) concluyeron que los potenciales evocados podían “constituirse en el principal
examen complementario en el diagnóstico de Esclerosis Múltiple en nuestro medio, carente de resonancias y de examen electroforético
confiable”.
Sin embargo, algunos casos de EM ya se habían diagnosticado muchos años antes, por los primeros neurólogos costarricenses que se
habían formado en otras universidades de América y Europa.
El tiempo fue nivelando la carencia de tecnología en el país: la primera resonancia fue introducida en 1994. Pasaron poco más de 15
años para que la CCSS adquiriera también sus primeros dos equipos de RM. Actualmente, todos los pacientes con sospecha clínica de EM
son estudiados de una forma integral, de acuerdo con los criterios recomendados a nivel mundial (criterios de McDonald de 2010).
El tratamiento farmacológico de la EM ha venido ampliándose en las últimas dos décadas. Ahora, se ha hecho rutina que los neurólogos
clasifiquen a cada paciente según la forma clínica de la enfermedad, para efectuar las intervenciones terapéuticas en el momento oportuno,
reconocer los casos con falla terapéutica o la presencia de eventos adversos inaceptables. Al mismo tiempo, la identificación y minimización
de riesgos derivados de los tratamientos son tomados en cuenta al modular o suprimir el sistema inmunológico.
El impacto personal, familiar y social de la enfermedad es de tal magnitud que nos obliga a tomar decisiones terapéuticas en el momento
oportuno, de una forma única e individualizada para cada persona afectada.
Dentro de los lineamientos actuales de tratamiento de la EM, los que más han moldeado la práctica en el medio nacional son las guías
canadienses para el tratamiento de la EM (Freedman M et al, 2013), los algoritmos de manejo en España (Río, Comabella, Montalbán, 2011)
y el consenso latinoamericano (Correale et al., 2014). Estas recomendaciones internacionales, junto con la experiencia acumulada a nivel
local, han originado, con el esfuerzo de un grupo de neurólogos de diferentes centros de salud costarricense, las Guías Nacionales para el
Tratamiento de la EM, que se han publicado en este número de Neuroeje.
Alexander Parajeles Vindas
Médico Neurólogo, Hospital San Juan de Dios (CCSS) y Hospital Clínica Bíblica.
Ex Jefe de Servicio de Neurología Hospital San Juan de Dios.
Profesor de la Cátedra de Neurología de la Universidad de Costa Rica.
Representante Nacional en LACTRIMS.
Contacto: aparajeles@yahoo.com
Referencias
Correale, J., Abad, P., Alvarenga, R., Alves-Leon, S., Armas, E., Barahona, J., … Freedman, M. S. (2014). Management of relapsingremitting
multiple sclerosis in Latin America: Practical recommendations for treatment optimization. Journal of the Neurological Sciences,
339(1-2), 196–206.
Freedman, M. S., Selchen, D., Arnold, D. L., Prat, A., Banwell, B., Yeung, M., … Lapierre, Y. (2013). Treatment optimization in MS:
Canadian MS Working Group updated recommendations. The Canadian Journal of Neurological Sciences. Le Journal Canadien Des Sciences
Neurologiques, 40(3), 307–23.
Polman, C. H., Reingold, S. C., Banwell, B., Clanet, M., Cohen, J. a., Filippi, M., … Wolinsky, J. S. (2011). Diagnostic criteria for multiple
sclerosis: 2010 Revisions to the McDonald criteria. Annals of Neurology, 69(2), 292–302.
Río, J., Comabella, M., & Montalban, X. (2011). Multiple sclerosis: current treatment algorithms. Current Opinion in Neurology, 24(3),
230–237.
San José, Costa Rica. Revista de la Asociación Costarricense
de Ciencias Neurológicas, ACCN / info@neuroeje.com
ISSN 2215-5716