Volumen 31 (2) Julio-Diciembre 2018
Editorial
El deterioro cognitivo se define como un declive del desempeño cognitivo y no solamente puede comprometer la memoria como muchas personas creen, también puede afectar las funciones ejecutivas, las visuoespaciales, el
reconocimiento visual o el lenguaje. De manera general, se divide en dos grandes grupos, en primer lugar, el Deterioro Cognitivo Leve, también llamado el trastorno neurocognitivo menor, y en segundo nivel el síndrome demencial o trastorno neurocognitivo mayor. Ambas condiciones deben ser ampliamente conocidas por los actores que se relacionan con el sector salud; primero, porque son condiciones con una alta incidencia y prevalencia, segundo porque sus efectos son devastadores en las personas que las padecen, así como en las vidas de los familiares de los afectados.

Para conocer mejor sobre los números de los trastornos cognitivos, desde el 2007 el Global Burden of Disease Study ha venido publicando las tendencias estadísticas de las enfermedades a nivel mundial. Cuando se visualiza la frecuencia de las enfermedades asociadas con mayor morbimortalidad debe generar una gran preocupación que la Enfermedad de Alzheimer y los trastornos cognitivos afines se ubican en el tercer lugar en mortalidad y en el segundo lugar en discapacidad. Esta tendencia no es solamente a nivel mundial sino específica para nuestro país.
Sin embargo, a pesar del enorme impacto económico, social y emocional que generan los trastornos cognitivos, los profesionales que trabajamos en el sector salud conocemos poco sobre los aspectos más generales de estas condiciones.

¿Sabemos cuál es la etiología más frecuente del deterioro cognitivo leve en nuestro país? ¿Cuál es el síndrome demencial más frecuente en las personas jóvenes de Costa Rica? ¿Conocemos cuales organizaciones dan apoyo a los familiares de pacientes con demencia? ¿Logramos identificar cuales son las manifestaciones neuropsiquiatricas más frecuentes en los diferentes tipos de síndromes demenciales?
¿Sabemos cuando están indicados los biomarcadores y cuales están disponibles en Costa Rica? ¿Cuales centros de investigación en nuestro país están realizando esfuerzos para entender mejor estas enfermedades? ¿Cuál es la diferencia entre estimulación cognitiva y rehabilitación cognitiva, y cuales profesionales están capacitados para hacerlas? Sin embargo, a pesar de las muchas preguntas ¿que investigación estamos haciendo para lograr obtener respuestas precisas? Es responsabilidad de los profesionales que trabajan en salud, y con mayor razón de aquellos que lo hacen en salud mental, realizar los mejores esfuerzos para dar respuestas a estas preguntas. Es esencial que se efectúe investigación básica en esta área con el fin de mejorar la precisión diagnóstica y las terapias más eficaces. Pero, ante todo, es importante que los actores que lideran el abordaje y la investigación de estas enfermedades se unan con el fin de mejorar la compresión de estas condiciones y guiar al resto de profesionales en la buena atención de estos pacientes.
Actualmente tres hospitales nacionales tienen programas bien establecidos para el abordaje de estos pacientes, el Hospital Dr. Raúl Blanco Cervantes, el Hospital San Juan de Dios y el Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia.

Hay tres organizaciones que se proyectan con protocolos claros para apoyar el entorno del paciente con demencia como lo son AGECO, CONAPAM y ASCADA. Además, el Centro de Investigación en Neurociencias lidera la investigación en temas relacionados con la Enfermedad de Alzheimer.
Los actores clínicos, así como los investigadores de los centros mencionados debemos unir esfuerzos para publicar nuestra información obtenida, para crear guías de manejo, para unificar criterios. Ante todo, debemos organizarnos para guiar a las autoridades nacionales, a los familiares de pacientes con deterioro cognitivo y a los pacientes por un camino de educación y de buena practica médica.
Por todas estas razones mencionadas, es un honor presentar el trabajo realizado por el director del Centro de Investigación en Neurociencias, ya que es un esfuerzo por dar a conocer nuestra realidad en relación con la Enfermedad de Alzheimer y por unir esfuerzos con la parte clínica de los diferentes centros de salud. Dra. Lorena Jiménez Castro Dra. Adriana Sánchez Brich Dr. Randall Pérez Rojas MA. Fedra Solís Durán Clínica de Trastornos Cognitivos del Paciente Joven Departamento de Neurociencias Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia.
San José, Costa Rica. Revista de la Asociación Costarricense
de Ciencias Neurológicas, ACCN / info@neuroeje.com
ISSN 2215-5716